si pudieras escuchar la totalidad del tiempo, si permitieras la forma, si dieras la bienvenida a cada experiencia, si intimaras con ella. si no tuvieras esa tendencia a salvarte, si no te protegieras, si dejaras de conformarte. si te vaciaras, si destruyeras todos los castillos de mierda que te has construido, si te desnudaras de todo aquello que te parece propio, si dejaras de aceptar las putas normas, si escucharas el silencio cuando se calla, el grito de las nubes, lo espontáneo. si observaras la presencia viva de las cosas, si vieras que todo está desnudo. si no te encerraras en la expectativa y en la división, si fueras s i n c e r o, si te ofrecieras.
si te dieras cuenta que tu eres la respuesta, si escucharas tu voz, si te escucharas. si murieras a esa búsqueda inquieta y atolondrada, si descansaras profundamente en eso que has estado siempre buscando y a lo que te has intentado aproximarte mediante tu trabajo, la filosofía, el yoga, el orgasmo ritual y las mil formas de liberación. si te dieras cuenta que tu eres ese uno que has estado buscando y que el despertar es darte cuenta que estabas dormido.
si te dieras importancia a ti, si abandonaras las simulaciones, si crearas, si estuvieras en sintonía con tu corazón, si te entregaras y ofrecieras tus regalos, si no te frenaras, si estuvieras dispuesto, si fueras hasta el final, si te soltaras. si fueras hasta el final, si s a l t a r a s.
porque de momento vives a p a r e t e m e n t e. has aceptado este absurdo y su brutalidad como un modo de vida. durante siglos caminando hacia ninguna parte con una cruz en la espalda,
¿puede uno cambiar de dirección?
Intima Iluminación 